Elevación Metropolitana

La Doctrina de la Iglesia Ortodoxa (Doctrina=Palabra de Dios=Verdad) solo reconoce a nuestro Señor Jesucristo como Cabeza y Jefe Supremo de su Iglesia, sin embargo la administración de la Iglesia recae sobre distintas jurisdicciones administrativas que dependen de las divisiones históricas y canónicas que se han sucedido en la Iglesia a través del tiempo. Este concepto ortodoxo es muy importante para comprender el trabajo apostólico que realiza el Arzobispo Metropolita Chrysóstomos (Celi). Pues la gran mayoría de personas que se acercan a la Iglesia Ortodoxa, al estar inmersos en un ambiente católico romano, parten de la idea monárquica-papal romana la cual aplican erróneamente a la forma de administración en la Iglesia Ortodoxa; por ejemplo muchos preguntan: ¿Quién es el Papa de los Ortodoxos? y para la mentalidad ortodoxa solo cabría una respuesta: Cristo. Porque la doctrina o eclesiología original de la iglesia desde su fundación nunca concibió que un Jerarca haga de cabeza única, sino que era el conjunto de distintos representantes locales, que unidos tomaban las decisiones universales (católicas) en los Santos Sínodos o Concilios bajo la inspiración del Espíritu Santo. A esto se llama eclesiología Sinodal, que es radicalmente diferente de la concepción papal de la Iglesia Católica Romana. Esta explicación es absolutamente fundamental para entender que la Iglesia Ortodoxa está conformada por muchas Iglesias o jurisdicciones, que pueden ser históricas, locales, nacionales, autocéfalas y autónomas; éstas jurisdicciones pueden ser canónicas o no canónicas. Las primeras son aquellas que han superado el transcurrir del tiempo y que han demostrado tener un crecimiento constante y permanente evidenciando así la obra de Dios ante las demás jurisdicciones ortodoxas, y las segundas son aquellas que son jurisdicciones nacientes pero que deberán demostrar con el paso del tiempo la misma constancia en la fe.

Es decir toda iglesia canónica comenzó siendo iglesia no canónica, pero esto no significa que sea válida o invalida, pues para la Iglesia Ortodoxa la validez de una jurisdicción está garantizada por dos requisitos primordiales, el primero es la práctica de la Santa Doctrina Ortodoxa (Tradición de la Iglesia y Santas Escrituras) y el segundo la Valida Sucesión Apostólica.

La Iglesia Ortodoxa de Ecuador y Latinoamérica cumple con ambos requisitos. En lo referente a la Santa Doctrina, al tener carácter de Iglesia Autónoma, (que goza de libertad administrativa pero con dependencia de un Sínodo o reunión de Obispos), bajo la dependencia de la Iglesia Ortodoxa Griega (GOC), es constantemente guiada e instruida para fortalecer su vida, crecimiento y expansión mediante la Santa Tradición de la Iglesia y las Santas Escrituras. En lo referente a la Sucesión Apostólica, la autoridad máxima de la jurisdicción Su Eminencia Chrysóstomos, fue consagrado en Kiev, Ucrania el 17 de junio de 2005, recibiendo la línea de sucesión principal del Metropolita Spyridon (Babsky), quien a su vez recibió su sucesión del Metropolita Filaret (Denisenko) y el Metropolita Iakiv (Panchiuk), cuyas sucesiones provienen directamente desde el Patriarca Tikon (1865-1925), cuya línea sucesoria se remonta a San Dionisio Areopagita.

Al ser recibido en la Iglesia Ortodoxa Griega (GOC), su línea sucesoria es estudiada por el Santo Sínodo Metropolitano del Calendario Patrístico, y por medio del Presidente de este Santo Sínodo, el Metropolita Angelos (Athanasiou), el Arzobispo Chrysóstomos fue legitimado conforme a las reglas Apostólicas. Realizándose su Elevación pública como Metropolita el 7 de noviembre del 2010 en Grecia.

Desde el 19 de Diciembre del 2017 se crea el Santo Sínodo Jerárquico (GOC), estableciéndose así una Iglesia Autócefala que agrupa a las realidades ya existentes de autonomía, para la guia y crecimiento de la presencia Ortodoxa en países no originalmente ortodoxos y tierras de misión.